14 de marzo 2030
Montevideo, Uruguay
La música sonaba a todo volumen, con una banda local que había descubierto en esos días. Y los bolsos estaban casi prontos.
(la canción que sonaba allí:
https://www.youtube.com/watch?v=gquiaJ8pMtE )
Los planes a Aslan le habían cambiado, había algo muy turbio tras bambalinas, y no lograba resolver que era.
Fue en lo deportivo decepcionante haber quedado fuera de la fase final de la competición. Y pese a que había planeado quedarse a mirar el mundial hasta el último partido los desfortunios y atentados que habían sufrido algunos de los protagonistas le hizo comprender que lo políticamente correcto era volar de Sudamérica cuanto antes. El presunto suicidio de Made luego de sus ataques, la desaparición de Elaira, el asesinato a sangre fría de Lia; y la sobredosis de la mejor jugadora del campeonato SS. Todo esto era muy fuerte.
La final del mundo, solo quedaba ese partido por disputarse, pero el volaría a Italia ese mismo día. Hubiera sido un sueño estar dirigiéndolo…pero no había sido para el ese 2030. Y la vida, como el futbol da revanchas. Pidió un Uber por la app de su teléfono y lo espero en la puerta.
Una vez dentro del coche notó algo andaba mal… estaban agarrando un camino que no era el más adecuado para llegar al aeropuerto. Cuando fue a abrir la boca para quejarse fue amordazado y atado, y sintió como una droga le penetraba por la nariz abombándole el cerebro, pero no lo hizo perder del todo la conciencia.
¿A dónde me están llevando? Pensó
¿Con que propósito?
Noto como había allí dos personas enmascaradas, una que manejaba y la otra que de la nada lo había abordado. Sentía la fuerza lo abandonaba, pero no quería perder la conciencia. Quería aprovechar el mínimo resquicio o la mínima oportunidad para zafarse… cuando de repente sucedió lo inesperado. Se sintió un disparo que penetro en el coche, sintió como la bala le zumbaba, impactando en la frente de uno de sus captores. El impacto provocó volara la máscara, dejando al descubierto el rostro de
Bendar, el 5 capitán del país anfitrión.
Entre el terror de la situación, y el olor a sangre que invadió el coche, y la droga que poco a poco maximizaba su efecto Aslan se desmayó.
Horas más tarde
Aslan perdió la vida ¨donando¨ alguno de sus órganos a la fuerza, en una sala de operaciones clandestina en la que fue pasado por el bisturí.