Revaner escribió: ↑Lun, 26 Nov 2018, 22:34
De Tywin muy poco se conoce su consejo, más allá de Kevan (al menos que recuerde) pero estoy muy seguro de que utilizaba a sus señores en posiciones óptimas a sus cualidades. Ejemplo de lo que digo es Gregor Clegane, la Montaña era utilizado como perro de presa y poco más, el trabajo sucio era para él. Hago hincapié de paso en la importancia de Kevan como consejero que, sin desmerecer a Brynden Tully, creo que debe/debió ser un magnífico aditivo y complementario a Tywin.
El consejo de Tywin es expuesto con cierto detalle durante Choque de Reyes. No era mejor que el de Robb; había comandantes capaces y otros muy ineptos. Según mi relectura, Marbrand es el comandante más capaz de Tywin. Entre el resto: Leo Lefford y Harys Swyft son más caricaturas que otra cosa, Gregor Clegane es carne de cañón y Kevan es un tipo que solo sigue órdenes. Me sorprende que se afirme que Tywin se limita a escuchar a sus consejeros antes de llegar a una decisión, cuando la calidad del consejo eran tan pobre. Creo que finalmente es Tywin el mejor estratega, y no hay más.
Creo que Robb, en este sentido, fue mejor aconsejado; incluso Catelyn le señala, al comienzo de la Guerra, que no era necesario que participara él de la contienda, teniendo buenos comandantes, a lo que Robb responde con que "debo liderar a mis banderizos etc". Bolton, Brynden Tully (para mí el mejor consejero que tenía Robb), y otros tantos que no eran tanto comandantes como "capitanes", que lograban con eficacia sus objetivos, como Jon Umber, Walder el Negro y el mismo Rickard Karstark, que para lograr llegar al comandante Lannister en la batalla del Vado de Bueyes y asesinarlo, es que era un tipo duro.
Por otra parte, no hay que olvidar que los sureños son quienes tenían más caballeros y eran más ordenados para combatir. En mi relectura, noté el orden táctico de los cuerpos de caballería Lannister durante la Batalla del Forca Verde, mientras que los norteños se arrojaban con una ferocidad temible, pero algo desordenada. Roose Bolton, al lograr reformar el ejército luego de las bajas tan cuantiosas que sufrió, demuestra que de hecho es un comandante muy apto. Dos contraejemplos, Stafford Lannister (luego de la Batalla del Vado de Bueyes) y Jaime Lannister (luego de la Batalla de los Campamentos), cuyos ejércitos fueron desintegrados luego de las derrotas.