Re: Chechino 2.0 Reloaded
Publicado: Dom, 28 Jul 2019, 21:11
En breve recibiréis los MP's con vuestros roles .PRÓLOGO escribió:
¡Buenos días, amigo! ¿Aún está buscando destino para estas vacaciones? ¿El calor se hace insoportable para usted y los suyos? Pues haga ya las maletas y venga a disfrutar de Chechina D'or, lugar de vacaciones para toda la familia.
Pase y contemple nuestras maravillosas instalaciones. Chechina D'or es un lujoso complejo con todas las comodidades exclusivamente diseñado para su confort. Relájarse y desconecté de su rutina diaria.
Cuando lleguen serán recibidos por Theon, nuestro simpático recepcionista. Estará encantado de atender cualquiera de sus necesidades.
Theon LobsterMostrar
Sí, claro, y también te la sujeto mientras meas. ¡No te jode! A ver si te crees que por la mierda que me pagan aquí voy a estar pendiente de los monstruitos que has traído contigo. Antares, sube un sandwich de atún a los imbéciles de la 103. Sí, con mucha mayonesa. A ver si hay suerte y palman de una indigestión antes de que se reproduzcan. La humanidad nos lo agradecerá.
Después nuestro botones les ayudará con sus maletas y les acompañará a su habitación. Antares es muy servicial y se habrá preocupado de que todo esté limpio y en orden.
AntaresMostrar
Limpio límpísimo que lo he dejado. Doscientos euros en el cajón, un reloj trolex y la pesepé2 de los críos. ¡Ja ja! Hoy llevaré a mi churri a ese restaurante nuevo tan caro.
Deje a sus hijos en manos expertas. Madelaf, nuestra animadora titulada, ha ideado cientos de divertidas actividades para que jueguen y aprendan mientras usted y su pareja disfrutan de una cena romántica.
MadelafMostrar
Venga pequeños, uno se pone aquí y el otro lanza los cuchillos. Recordad que tenéis que tener cuidado de no dar a vuestro amiguito en la cabeza, que lo mismo sus papás se enfadan.
Las noches también son diversión en Chechina D'or. En nuestra moderna discoteca podrá menear las caderas al son de las canciones de Sansalayne. Bachata, pop, reggaeton... No hay ritmo que se le resista.
SansalayneMostrar
Yo quiero matar, toda la noche,
mata-mata-matando ma
mata-mata-matando ma
Y si prefiere algo más relajado. ¿Qué tal un gintonic preparado por nuestro barman profesional?
LoboBlancoMostrar
¿Un daiquiri? ¿Y eso qué es lo que es? Mire, no me venga con cosas raras y tome una cocacola. Ya le pondré unas aceitunas para acompañar.
Quienes mejor pueden hablar de nosotros son nuestros clientes. Miren a esa familia que pasea por tranquilamente por el jardín infantil. Vamos a hablar con ellos. Familia, ¿qué opinan de Chechina D'or?
Aslan, Asha... y LauerysMostrar
-Hola, me llamo Aslan y quiero decirles que es un sitio genial. Lo estaba hablando con mi mujer Asha, que a ver si veniamos todos los años. Hay muchas activadades para los niños; gymkanas, teatrillos... y mientras los animadores cuidan de ellos, los padres podemos desconectar y jugar un partidito de padel.
-O tomar el sol en la playa, que a mí me vuelve loca. Es supertranquila y puedes leer un libro sin que nadie te moleste.
-Mi nombre es Lau, tengo diez años y me lo estoy pasando muy bien aquí. Es una pena que mi papá aún no haya podido jugar al padel, porque claro, se pasa el día en el bar y ayer el botones lo tuvo que subir a rastras a la habitación. Mi mamá si ha podido bajar a la playa, aunque nunca ha leido un libro. Mi papa dice que sólo quiere zorrear con el socorrista porque ya no se le levanta la bandera.
Y comprueben que también vienen de fuera atraídos por nuestra irresistibles ofertas. Vamos a preguntarle a esta amable señorita.
SerenereMostrar
¡Oh, my God! I love España. A mi gustarme barra libre de sangría y paela... ¡Oleeeeee!
¿Quieren ver cómo es una de nuestras suites de lujo por dentro? Esta simpática familia nos la muestra la suya.
Bendar, Tajuru... y PulgarMostrar
-Hola, guapi. Pues sí, nosotros generalmente solemos viajar a Dubai, Bora Bora, y sitios así. Pero este año queríamos una aventura, así que mi marido Bendar y yo decidimos irnos de safari.
-Sí, hemos venido aquí a veranear con los pobres. O sea, no vamos a estar con ellos, tocarles y esas cosas, pero los observaremos desde la distancia.
-Y a lo mejor hasta nos acercamos a alguno y le pedimos que se haga un selfie con nosotros para luego enseñárselo a nuestros amigos. Todo muy loco, lo sé, pero es que nosotros somos así de lanzados.
-¡Ay! Esperen un momento antes de irse. Vamos a presentarle a nuestro hijo. Pulgar, ¿dónde estás? ¿Ya te has encerrado otra vez en el baño?
-Ahora no puedo, papa. ¡Dejame en paz!
-Pulgarcito, ¡haz caso a tu padre! Desde que cumpliste los trece te pasas el día en el baño. Sal y saluda a la tele para que te vean los abuelos.
-¡He dicho que me dejéis en paz! ¡No entréis aquí! ¡Os odio, os odio, os odioooooo!
La tercera edad descubrirá que Chechina D'or también ha pensado en ellos. Vamos a entrevistar a esa abuela que ha madrugado para ser la primera en disfrutar de nuestras aguas.
NalibiaMostrar
Apártese joven, que voy a ir dejando la sombrilla en la playa para reservar sitio en primera línea. Esta tarde verás que partidas de cinquillo con Ellaria mientras comentamos la telenovela.
Bueno, tal vez su amiga nos pueda dedicar unos minutos.
EllariaMostrar
¡Uy, pero qué joven más amable! Tome, sonténgame la neverita. No pesa nada, ¿verdad? Sólo llevamos la tortilla, unos filetes empanados, croquetas, una ensalada ligerita para pasarlo todo, las cervezas y una botellita de chinchón para animarnos, que las partidas de cinquillo pueden ser muy largas. El gato es que se ha colado, pero no hace nada.
Y ya para terminar. ¿Acaso hay alguien más adecuado que un famoso para avalar nuestras instalaciones? Señor Symon Lynch, ¿qué le parece nuestro jacuzzi?
SymonMostrar
Pues muy bien. Aquí estoy disfrutando de un remojón con estas señoritas mientras pienso en la próxima cadena de oro que me voy a comprar. Chicas, decidle algo a la cámara, y tal y cual.
Seguro que ya lo tiene claro. ¡Llame ahora y disfrute del veráno como nunca lo ha hecho!
Niños, ¿qué vais a decirles hoy a vuestros padres
¡Queremos ir a... Chechina D'or, lugar de vacaciones!
CAPÍTULO I - La muerte de Doña Croqueta escribió:
-Pulgarcito, ¿quieres salir ya del baño? –voceó Tajuru.
-¡No puedo! Estoy ocupado, mamá. ¡No entrés!
-Ya te dije que no le compraras esa revista –le recordó Bendar.
-Pero si la lee por los artículos de coches.
-Sí, claro. ¿Qué te parece si salimos a cotillear qué hace la plebe?
-Uy, no sé. ¿Sin escolta no será peligroso?
-No te preocupes, he traído mi repelente para pobres –dijo Bendar mostrando un frasco de perfume de quinientos euros-. Venga, rociémonos bien.
Quince minutos después, la pareja montó un puesto de observación cerca del chiringuito playero, y observó con unos prismáticos a la gente que conversaba en la barra. En concreto eran Aslan y Serenere, que estaban enfrascados en un mano a mano para ver quién doblaba al otro a base de alcohol.
-Que no, que los guiris no sabéis beber. Primero te tomas tu vermut, de grifo, luego las cañas y terminas con el pacharán. –Aslan remarcaba cada una de sus palabras aporreando la barra con los nudillos-. Y por supuesto, pides que te pongan una tapa contundente, que hay que hacer fondo.
-¿Qué ser pacharán? –preguntó la inglesa luchando por mantener la verticalidad.
-Es una receta ancestral y secreta. De ahí su nombre; ¡pacharán más de mil años hasta que te la diga!
-¡Ja Ja Ja! –rió Serenere.
<<¡Uy! Qué ligo con la guiri.>>
Aslan vació de un trago su vaso y llamó efusivamente al camarero.
-LoboBlanco, ¡otra caña y ponme una de bravas, que hoy estoy sembrao!
El camarero dio media vuelta y se adentró en la cocina para descubrir que ya no quedaban bravas, tendría que cocinarlas. Fue a por el saco de patatas resoplando de mala gana, odiaba pelarlas. Al levantarlo del suelo, sintió un chasquido en la espalda y chillo de dolor.
-¡Ayyyyy, mi lumbago! –chilló, llevándose las manos a los riñones y dejando caer el saco al suelo-. Ya me advirtieron que tuviera cuidado al levantar peso.
En ese momento, una figura entró en la cocina atraída por los quejidos.
-¡Oh! Ayúdame, por favor. No puedo moverme –suplicó LoboBlanco al recién llegado.
-¿Qué te pasa?
-El lumbago me está matando.
-Ah, no te preocupes. Eso te lo curo yo con una sesión de acupuntura.
-¿En serio? ¿Serás capaz? –sonrió LoboBlanco esperanzado-. Duele mucho.
-Confía en mí –insistió el visitante. Después, cogió uno de los pinchos para asar espetos, se colocó detrás del paciente y lo ensartó como a una sardina-. ¿Mejor ahora?
-Pseeee. No ha mejorado mucho la cosa y encima ahora estoy sangrando.
-Bueno, eso es un efecto secundario. Espera que vamos con el siguiente –anunció antes de clavarle un nuevo pincho entre los riñones.
-Joder, no me estás curando y encima me estoy desangrando. ¡Lo estamos poniendo todo perdido y luego me tocará a mí limpiarlo!
El visitante ignoró las quejas y clavó cuatro pinchos más en la espalda de LoboBlanco hasta que el pobre cayó inerte sobre un charco rojo.
-A que ya no te duele la espalda, ¿eh? –Ante la falta de respuesta, le dio un par de pataditas con la punta del pie a ver si reaccionaba-. ¿LoboBlanco? Oye tío, dime algo. ¡Joder, qué desagradecido! Yo me voy de aquí
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Las ancianas habían disfrutado de un magnífico día de playa, pero el sol empezaba a ponerse y tocaba recoger. Nalibia plegó la sombrilla y tomó la delantera, mientras que Ellaria se quedó atrás para limpiar las toallas. Al sacudir la primera desató una tormenta de arena, cegando a todos los que había a su alrededor. Varios niños comenzaron a llorar porque se les había metido tierra en los ojos y se escucharon voces de adulto protestando.
-Señora, ¿quiere apuntar a otro lado? ¡Que me desgracia al niño!
-¡Uy, lo siento! Estoy mayor y no les oigo –se excusó Ellaria sacudiendo la toalla con más fuerza.
-¡Socorrooooo! –chillaron los que la rodeaban mientras corrían para ponerse a salvo de una nueva ráfaga de arena.
Antes de ponerse a sacudir la segunda toalla, Ellaria había conseguido desalojar la playa. ¿Estaba sola? No del todo. Una persona había vencido a la tempestad protegiendo sus ojos tras unas gafas de buceo. Llevaba también aletas de rana, una pala y un gracioso cubo de plástico azul. Se acercó a la anciana y habló:
-¿Quieres ver lo que he pescado mientras hacía submarinismo?
Ellaria asintió. Acto seguido, el buceador volteó el cubo sobre su cabeza, dejando caer una enorme medusa que se le enredó en los cabellos.
-¡Aaaaaaaaaaaaaaaah! –Chilló la anciana mientras trataba de quitarse el bicho de encima.
El buceador no concedió ninguna oportunidad a Ellaria y aprovechó su indefensión para inmovilizarla y hacerla tragar arena a paladas.
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Vigilantares, haciendo honor a su afición secreta, fue la primera persona en encontrar el cuerpo de Ellaria durante una de sus rondas. Estaba medio enterrado en la arena. Lo primero que hubiera hecho una persona normal sería preocuparse por ella, pero el botones no pudo resistir la tentación y corrió a desvalijar sus pertenencias. No encontró otra cosa que fiambreras con restos de comida. A falta de un botín mejor, se encogió de hombros y mordió una croqueta… y el mundo cambió.
-¡Ohhh! ¡ESTÁ BUENÍSIMA!
Aquella era la croqueta más rica que había probado en su vida. Crujiente, cremosa, y con ricos tropezones de jamoncito de jabugo. Era… ¡¡la croqueta perfecta!!
Fue a coger otra y descubrió que ya no quedaban más. Se había comido la última croqueta. Eso significaba algo terrible; ¡jamás volvería a probar una croqueta tan rica! Antares no soportar aquella idea. ¡Él estaba enamorado de aquella croqueta y jamás volvería a catarla! El amor le llevó a cometer una locura y, como Romeo por su Julieta, Antares se suicidó por su croqueta.