Es que aqui no importa que tengas información, lo importante es montarte películas en tu cabeza y parecer convencida, ya irás viendo
, nos la has dado con queso pero bien 
gracias, un placer 
Aslan
Chechino 2.0 Reloaded
Re: Chechino 2.0 Reloaded
Aslan
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Aslan Bolton
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Re: Chechino 2.0 Reloaded
pues ya sabemos quien va a ganar, que mal me ha salido esta partida. No he sabido hacer bien mi rol ni captar quien era la mala. la prox será.
Re: Chechino 2.0 Reloaded
CAPÍTULO VII - LA DISOLUCIÓN DE LA COMUNIDAD
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Habíamos dejado a nuestros héroes en la hermosa y tranquila ciudad portuaria de Edhellond.
La Sociedad del Anillo se llegó a la orilla del mar. Allí se pararon a contemplar la hermosa bahía, ensuciada sólo un poco al fondo por la nube de humo que desprendían las torres de apartamentos de Dol Amroth.
Gandalf preguntó:
—¿Dónde está Loboblanco? Tengo que devolverle su yegua Harúsjrlfrhutt.
—Cayó —contestó secamente Asha.
—Vaya por Eru, entonces tendré que quedarme con el animal… es un hermoso ejemplar. Pero, ya que no la voy a tener que devolver, creo que le cambiaré el nombre por algo más… que recuerde a mí, que la gente la asocie a mí, no sé, por ejemplo… ¿qué os parece “Patagrís?”
—Viva el culto a la personalidad —dijo por lo bajini Theon.
—Bueno, amigos, pues traigo noticias inquietantes de Isengard —prosiguió Gandalf. —Sara Mago me había convocado para una reunión de nuestra Orden de los Istari, los Cinco Magos. Allí estaban, por supuesto, Sara, la más poderosa de la Orden; luego, los Magos Azules: Lannatar, el Mago Azul Claro, el segundo de la Orden; y Kermando, el Tercero, el Mago Azul Oscuro; Radagast el Pardo; y yo mismo.
—Ehhhh… entonces ¿tú eres el quinto mago… de la Orden de los Cinco Magos? —inquirió Aslan, sin mucho tacto.
—Pues sí, Aslan, sí, así es. Es que no soporto a Sara y ella tampoco a mí. Además, ¡es que no puedo resistirme a corregirla! Cuando dice cosas como que “los bobbits viven en La Marca,” es que me hierve la sangre. Y claro, corregir a tu jefa en público no es precisamente la forma de subir en mi Orden. Bueno, en ninguna Orden, la verdad.
—Venga, Gandalf, viejo amigo, no te desanimes —intervino Asha —Siempre podrás decir que eres “uno de los cinco magos más poderosos de la Tierra Media.”
—Gracias, Asha. Sin duda, es un pensamiento alentador.
Gandalf interrumpió su diatriba para dar unas caladas a su pipa. Las volutas de humo adquirían la forma de un barco velero de tres palos:
Al cabo, saliendo de su ensimismamiento, el mago retomó el hilo de su historia:
—Bien, como os decía, en Isengard escuché un rumor inquietante… si es que era un rumor y no un plan. Oí a Gríma Lengua de Serpiente hablar con uno de sus esbirros en lengua rohírrica. Decían que habían infiltrado a alguien en la Sociedad del Anillo. Alguien cuya misión sería sembrar la discordia, procurar que os mataseis entre vosotros para que Imrahil y Hil pueda seguir haciendo de las suyas y llevar el Anillo de Chechinárion a Isengard. Llamaban a ese personaje “Tejedor” o algo así.
—A ver, Gándul, ¿”tejedor” o “tejedora”? Porque siendo sólo tres, saber su género puede revelarnos su identidad —advirtió el sagaz Lobster.
—Ay, Theon, Theon, lástima que esa información nos esté vedada. En rohírrico, las palabras que designan oficios no distinguen el género. Se conoce que les da igual lo que tenga esa persona entre las piernas, lo que les importa es el trabajo que hace.
—Pues estamos bien… —dijo Aslan —Encima que somos pocos, no podemos ni fiarnos unos de otros. Con razón me dijo mi prima Farrah que tuviera ojito con mis compañeros.
Los aventureros se alojaron en una posada tranquila y discreta a las afueras de Edhellond, a la orilla del mar. Se retiraron pronto a descansar, pues tenían el culo plano después de chuparse más de 300 millas en carreta.
A la mañana siguiente, Theon Lobster se despertó sobresaltado poco después del amanecer. Vio que Asha aún dormía, pero Aslan ya había salido. Se vistió, cogió al vuelo un par de cruasanes, una manzana y una jarra de té, y se puso a buscar a su compañero mientras zampaba a dos carrillos.
Al cabo de un par de minutos, el pequeño empresario hobbit encontró al aristócrata gondoriano.
—¡Aslan! ¿Dónde vas tan pronto? ¿Y por qué llevas la mochila entera?
—Adiós, viejo amigo. Ya no aguanto más esta misión. He llegado tan cerca de mi casa, ya veo y huelo el mar y… no quiero jugármela. Quiero volver a casa. A Tolfalas, mi Isla Bonita.
—No hablarás en serio, Aslan. Venga, acompáñame a desayunar y verás cómo ves las cosas de otro color con el estómago lleno.
—Hablo muy en serio, Theon. Me da pena dejaros a Asha y a ti con este marrón, pero con la ayuda de Gandalf seguro que se os ocurre algo.
—¡No lo permitiré! ¡Aslan, ocho compañeros han muerto para que tú… para que les abandones ¿¡así como si nada!? ¿Y qué pasa con Asha y conmigo, eh? Hemos atravesado media Tierra Media, cruzado ríos, combatido con orcos, sufrido traiciones ¿todo para dejarlo ahora?
—A ver si lo entiendes, pesado: te lo digo en todas las lenguas de la Tierra Media: en el idioma de Rhùn: Sayonara. En el de los golems de piedra: hasta la vista, baby. En dunael: Auld Lang Shyne. En wose: Ongi Etorri. En sindarin: Melaspirion. QUE ME VOY, ¿LO PILLAS?
—¡No! ¡No lo permitiré!
En ese momento Theon se abalanzó sobre Aslan, derribándole muy cerca del borde del acantilado. Al principio, Aslan se reía:
Pero pronto vio que Theon le atacaba en serio. Y aunque Aslan era más corpulento y tenía un entrenamiento marcial del que Lobster carecía, Theon atacó primero. Y atacó duro. Sin piedad. Como una cobra, kasi. Mirad su cara, transformada por el sentimiento de traición y decepción absoluta:
La pelea duró varios minutos, mientras ambos contendientes se revolcaban por la tierra. En eso apareció Asha, que contempló el triste espectáculo. Tanto Aslan como Theon dijeron a la vez:
—¡Asha, ayúdame! ¡Es el Tejedor, estoy seguro!
Asha no se lo pensó. Tenía sospechas de Aslan desde hacía tiempo. Agarró al hombre por los hombros, indicando a Theon que hiciera lo propio por las piernas. A la de tres, Enana y Hobbit lanzaron a Aslan acantilado abajo. Dejaremos al CSI Edhellond decidir si Aslan falleció por el brutal planchazo desde 90 metros de altura; ahogado tras quedar inconsciente en la caída, o con los pulmones perforados por las rocas del fondo poco profundo. En cualquier caso, lo que importa es el resultado: Aslan murió. Aquí tenéis una visión romantizada y piadosa de la Defenestración de Edhellond, tal como se contaba en Tolfalas un siglo después:
Aslan y Theon se abalanzaron sobre el morral de Aslan, en busca de pruebas que confirmasen que había sido el Tejero. Al principio se alegraron de encontrar hilo y aguja; pero, al seguir buscando, encontraron hojas de Athelas, vendas, un pergamino con un breve manual de primeros auxilios, y un par de tarros de Aloe Vera. Estaba claro: se habían cargado a Aslan, el Sanador.
—¡Así que eras tú! —chillaron Asha y Theon, mirándose con odio, en cuanto terminaron su inspección de las pertenencias del defenestrado isleño.
Asha y Theon estaban a punto de abalanzarse el uno contra la otra, para resolver su disputa a cara can, cuando apareció Gandalf.
—Bueno, bueno, bueno. Lo hecho, hecho está. Pero ahora no vais a repetir el mismo error ¿verdad? El Hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra, y yo aquí, no veo a ninguno. Si queréis obtener distinto resultado, ¿por qué hacer lo mismo de nuevo?
“Joder con Gandalf, si sacara un manual de autoayuda se haría de oro,” pensó Asha.
La Enana y el hobbit depusieron su actitud. El mago prosiguió:
—Me quedaré con vosotros un par de días. Planearemos juntos el asalto final a Dol Amroth. Espero descubrir en esos días al traidor que hay entre vosotros. Pocas cosas escapan al ojo de Gandalf el Gris.
La Sociedad del Anillo se llegó a la orilla del mar. Allí se pararon a contemplar la hermosa bahía, ensuciada sólo un poco al fondo por la nube de humo que desprendían las torres de apartamentos de Dol Amroth.
Gandalf preguntó:
—¿Dónde está Loboblanco? Tengo que devolverle su yegua Harúsjrlfrhutt.
—Cayó —contestó secamente Asha.
—Vaya por Eru, entonces tendré que quedarme con el animal… es un hermoso ejemplar. Pero, ya que no la voy a tener que devolver, creo que le cambiaré el nombre por algo más… que recuerde a mí, que la gente la asocie a mí, no sé, por ejemplo… ¿qué os parece “Patagrís?”
—Viva el culto a la personalidad —dijo por lo bajini Theon.
—Bueno, amigos, pues traigo noticias inquietantes de Isengard —prosiguió Gandalf. —Sara Mago me había convocado para una reunión de nuestra Orden de los Istari, los Cinco Magos. Allí estaban, por supuesto, Sara, la más poderosa de la Orden; luego, los Magos Azules: Lannatar, el Mago Azul Claro, el segundo de la Orden; y Kermando, el Tercero, el Mago Azul Oscuro; Radagast el Pardo; y yo mismo.
—Ehhhh… entonces ¿tú eres el quinto mago… de la Orden de los Cinco Magos? —inquirió Aslan, sin mucho tacto.
—Pues sí, Aslan, sí, así es. Es que no soporto a Sara y ella tampoco a mí. Además, ¡es que no puedo resistirme a corregirla! Cuando dice cosas como que “los bobbits viven en La Marca,” es que me hierve la sangre. Y claro, corregir a tu jefa en público no es precisamente la forma de subir en mi Orden. Bueno, en ninguna Orden, la verdad.
—Venga, Gandalf, viejo amigo, no te desanimes —intervino Asha —Siempre podrás decir que eres “uno de los cinco magos más poderosos de la Tierra Media.”
—Gracias, Asha. Sin duda, es un pensamiento alentador.
Gandalf interrumpió su diatriba para dar unas caladas a su pipa. Las volutas de humo adquirían la forma de un barco velero de tres palos:
Al cabo, saliendo de su ensimismamiento, el mago retomó el hilo de su historia:
—Bien, como os decía, en Isengard escuché un rumor inquietante… si es que era un rumor y no un plan. Oí a Gríma Lengua de Serpiente hablar con uno de sus esbirros en lengua rohírrica. Decían que habían infiltrado a alguien en la Sociedad del Anillo. Alguien cuya misión sería sembrar la discordia, procurar que os mataseis entre vosotros para que Imrahil y Hil pueda seguir haciendo de las suyas y llevar el Anillo de Chechinárion a Isengard. Llamaban a ese personaje “Tejedor” o algo así.
—A ver, Gándul, ¿”tejedor” o “tejedora”? Porque siendo sólo tres, saber su género puede revelarnos su identidad —advirtió el sagaz Lobster.
—Ay, Theon, Theon, lástima que esa información nos esté vedada. En rohírrico, las palabras que designan oficios no distinguen el género. Se conoce que les da igual lo que tenga esa persona entre las piernas, lo que les importa es el trabajo que hace.
—Pues estamos bien… —dijo Aslan —Encima que somos pocos, no podemos ni fiarnos unos de otros. Con razón me dijo mi prima Farrah que tuviera ojito con mis compañeros.
Los aventureros se alojaron en una posada tranquila y discreta a las afueras de Edhellond, a la orilla del mar. Se retiraron pronto a descansar, pues tenían el culo plano después de chuparse más de 300 millas en carreta.
A la mañana siguiente, Theon Lobster se despertó sobresaltado poco después del amanecer. Vio que Asha aún dormía, pero Aslan ya había salido. Se vistió, cogió al vuelo un par de cruasanes, una manzana y una jarra de té, y se puso a buscar a su compañero mientras zampaba a dos carrillos.
Al cabo de un par de minutos, el pequeño empresario hobbit encontró al aristócrata gondoriano.
—¡Aslan! ¿Dónde vas tan pronto? ¿Y por qué llevas la mochila entera?
—Adiós, viejo amigo. Ya no aguanto más esta misión. He llegado tan cerca de mi casa, ya veo y huelo el mar y… no quiero jugármela. Quiero volver a casa. A Tolfalas, mi Isla Bonita.
—No hablarás en serio, Aslan. Venga, acompáñame a desayunar y verás cómo ves las cosas de otro color con el estómago lleno.
—Hablo muy en serio, Theon. Me da pena dejaros a Asha y a ti con este marrón, pero con la ayuda de Gandalf seguro que se os ocurre algo.
—¡No lo permitiré! ¡Aslan, ocho compañeros han muerto para que tú… para que les abandones ¿¡así como si nada!? ¿Y qué pasa con Asha y conmigo, eh? Hemos atravesado media Tierra Media, cruzado ríos, combatido con orcos, sufrido traiciones ¿todo para dejarlo ahora?
—A ver si lo entiendes, pesado: te lo digo en todas las lenguas de la Tierra Media: en el idioma de Rhùn: Sayonara. En el de los golems de piedra: hasta la vista, baby. En dunael: Auld Lang Shyne. En wose: Ongi Etorri. En sindarin: Melaspirion. QUE ME VOY, ¿LO PILLAS?
—¡No! ¡No lo permitiré!
En ese momento Theon se abalanzó sobre Aslan, derribándole muy cerca del borde del acantilado. Al principio, Aslan se reía:
Pero pronto vio que Theon le atacaba en serio. Y aunque Aslan era más corpulento y tenía un entrenamiento marcial del que Lobster carecía, Theon atacó primero. Y atacó duro. Sin piedad. Como una cobra, kasi. Mirad su cara, transformada por el sentimiento de traición y decepción absoluta:
La pelea duró varios minutos, mientras ambos contendientes se revolcaban por la tierra. En eso apareció Asha, que contempló el triste espectáculo. Tanto Aslan como Theon dijeron a la vez:
—¡Asha, ayúdame! ¡Es el Tejedor, estoy seguro!
Asha no se lo pensó. Tenía sospechas de Aslan desde hacía tiempo. Agarró al hombre por los hombros, indicando a Theon que hiciera lo propio por las piernas. A la de tres, Enana y Hobbit lanzaron a Aslan acantilado abajo. Dejaremos al CSI Edhellond decidir si Aslan falleció por el brutal planchazo desde 90 metros de altura; ahogado tras quedar inconsciente en la caída, o con los pulmones perforados por las rocas del fondo poco profundo. En cualquier caso, lo que importa es el resultado: Aslan murió. Aquí tenéis una visión romantizada y piadosa de la Defenestración de Edhellond, tal como se contaba en Tolfalas un siglo después:
Aslan y Theon se abalanzaron sobre el morral de Aslan, en busca de pruebas que confirmasen que había sido el Tejero. Al principio se alegraron de encontrar hilo y aguja; pero, al seguir buscando, encontraron hojas de Athelas, vendas, un pergamino con un breve manual de primeros auxilios, y un par de tarros de Aloe Vera. Estaba claro: se habían cargado a Aslan, el Sanador.
—¡Así que eras tú! —chillaron Asha y Theon, mirándose con odio, en cuanto terminaron su inspección de las pertenencias del defenestrado isleño.
Asha y Theon estaban a punto de abalanzarse el uno contra la otra, para resolver su disputa a cara can, cuando apareció Gandalf.
—Bueno, bueno, bueno. Lo hecho, hecho está. Pero ahora no vais a repetir el mismo error ¿verdad? El Hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra, y yo aquí, no veo a ninguno. Si queréis obtener distinto resultado, ¿por qué hacer lo mismo de nuevo?
“Joder con Gandalf, si sacara un manual de autoayuda se haría de oro,” pensó Asha.
La Enana y el hobbit depusieron su actitud. El mago prosiguió:
—Me quedaré con vosotros un par de días. Planearemos juntos el asalto final a Dol Amroth. Espero descubrir en esos días al traidor que hay entre vosotros. Pocas cosas escapan al ojo de Gandalf el Gris.
Re: Chechino 2.0 Reloaded
JUGADORES
SpoilerMostrar
1. Ss, Espía
2. Madelaf
Asesina
3. Boubaris, Narrador
4. Taju, Ex-Comodín, actual Manitas
5. Aslan, Sanador
6. Asha
7.Loboblanco, Justiciero
8. Theon L.
9. Liadriel, Asesina de Reemplazo
10. Lau Bu, Ermitaña
...
17. Ellaria, Manitas
2. Madelaf
Asesina3. Boubaris, Narrador
4. Taju, Ex-Comodín, actual Manitas
5. Aslan, Sanador
6. Asha
7.Loboblanco, Justiciero
8. Theon L.
9. Liadriel, Asesina de Reemplazo
10. Lau Bu, Ermitaña
...
17. Ellaria, Manitas
Re: Chechino 2.0 Reloaded
Bien, pues tenemos "duelo al Sol" entre Asha Grey y Theon Lobster. ¿Quién ganará el Chechino Edición Tierra Media?
La final se resolverá hasta el VIERNES DIA 4, a las 23:00 HORA PENINSULAR ESPAÑOLA.
La final se resolverá hasta el VIERNES DIA 4, a las 23:00 HORA PENINSULAR ESPAÑOLA.
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Aslan Bolton
- Mensajes: 4272
- Registrado: Sab, 04 Mar 2017, 20:48
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LoboBlanco
- Mensajes: 208
- Registrado: Mar, 21 May 2019, 20:54
Re: Chechino 2.0 Reloaded
Tenemos la gran final Lechugos.
Loco
vs tejedor 
Pregunto, no está resuelto esto ya?
Acaso si la cargamos y "linchamos al loco" por reglamento... este no elije quien será linchado en su lugar
Loco
vs tejedor Pregunto, no está resuelto esto ya?
Acaso si la cargamos y "linchamos al loco" por reglamento... este no elije quien será linchado en su lugar
Re: Chechino 2.0 Reloaded
me parece feo que los azules moridos no estén votando 
Re: Chechino 2.0 Reloaded
Ein? A mi se me pasó un turno, pero el resto voté... Que ataque más gratuito 
Re: Chechino 2.0 Reloaded
Yo es que me como mucho el tarro: al que vote, vais a pensar que es el bueno en realidad.
O lo mismo no, porque puede ser una estrategia maliciosa, y voto al malo para penséis que es el bueno...
Pero, claro, y si, no sabiendo quien es quien, voy y voto al que no quiero votar?
Por cierto: mucho fiarse de Ss y mira, otro lechuguino al hoyo.
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