Chechino 2.0 Reloaded

[SadSmile]

Por querer... Pero ya has visto en la última partida el tiempo que tengo ahora mismo. Y apuntarme para jugar a medias o ni eso es jorobar al resto de jugadores y en especial al master.

Un año de estos que tenga algo más de tiempo me apunto

[Pulgar]

y Pulgui el Pocero.

¿Hace casas?

Urbanizaciones presididas por esculturas de mi persona

[Oberyn Sabat]

Los tres personajes que quedaban:

Ss, la Artificiera
Madelaf, la Herbóloga
Pulgui, el Pocero

Mañana empazamos Me sigue faltando un Sacerdote

[Lady Nihil]

Hola. Quería pedir perdon a los masters por haberme pusto borde con e´loos pero me ha dado la sensaación de que os estábais burlando de mí todo el rtao y no me gusta no poder jugar. Voya a dejar de insistir. Creo que he hehco algo mal sin darme cuenta y luego reacciono mal. Me encanta´ri a jugar, quizás para l a próxima. Pasarlo bien

[Oberyn Sabat]

Fin de plazo de pauntamiento

Aquí os dejo el mapa con vuestras casitas:



Como la otra vez, los rectángulos verdes son las puertas y los amarillos las ventanas. En esta ocasión hay más de una puerta y ventana por casa, por lo que los insomnes pueden elegir por qué ventana espían al igual que los chungos pueden decidir por qué puertas salen y entran. El mapa está en la wiki, en la sección que se llama Bélenos.

También he puesto en las normas a qué personas el Pirómano no necesita matar según la persona a la que le toque.

Y poco más, voy a sortear los roles y a enviároslos. Básicamente este primer turno, además del Asesino, el Cómplice, el Pirómano y el Sonámbulo, habrá un Obstructor y tres Insomnes.

Cuando haya enviado todo aviso por aquí y pongo fin de plazo.

EDITO: Ah, como no hay Sacerdote, que era quien desempataba en caso de Día de la Bestia, pues ahora se encarga de desempatar la Vidente.

[Oberyn Sabat]

Podéis mandarme acciones hasta el viernes a las 23.59 Colgaré la historia el sábado, claro.

[Oberyn Sabat]

No lo comenté porque lo di por sentado, pero por si alguien está confuso lo digo. Los que no hayáis recibido noticias mías es porque sois Pueblo y no os ha tocado ningún rol este turno

[Oberyn Sabat]

Ya estoy aquí

A ver, me he motivado, pero es que me gusta tanto la historia que hice para la primera partida en Bélenos que no quiero que esta sea una mierda, así que ea.

Prólogo. Tres ancianas

Las tres ancianas de la torre, tras otra eternidad de tinieblas, habían perdido toda esperanza. Hacía ya muchos años que aquel viajero, aquel de sangre Sabat, había hecho renacer Bélenos. Habían tenido una oportunidad de oro para romper la maldición que los asolaba, y en cambio habían vuelto a las tinieblas. Aquel chamán, Orunmila, había sido capaz de reunir las suficientes fuerzas para que el mal volviese a imperar sobre el pueblo.

—Viene alguien —dijo parcamente Oteadora, la primera vez que una de las tres rompía el silencio en muchos meses.

Tejedora recuperó el tapiz que llevaba tantas décadas cosiendo y que ondeaba por la ventana. Lo miró ávidamente.

—¿Qué ves? ¿Cuántos son? —preguntó Veladora, ansiosa.

—Esta vez son dos —dijo llanamente Tejedora—. Dos mujeres, si no veo mal. Y una de ellas es muy pequeña.

—¿Una madre con su hija? —preguntó Oteadora.

—Eso creo. ¿Qué hacemos? No podemos volver a lo de la última vez. En esta ocasión solo hemos estado en la penumbra unas décadas, pero quién sabe si la próxima vez será la definitiva.

Veladora asintió meditabunda.

—Esta vez tenemos que tomar un papel activo en Bélenos. Tenemos que lograr acabar con la maldición por todos los medio —sentenció.

Las otras moiras estuvieron de acuerdo, y así esta vez no se quedaron al margen de la lucha que se iba a librar.

Tejedora, que en realidad se llamaba Cloto, adoptó la función de Hilandera, como no podía ser de otro modo. Veladora, en realidad Láquesis, decidió adoptar un rol importante en el pueblo proclamándose Sacerdotisa Mayor. Por último, Oteadora, ahora Átropos, asumió la función de Vigía. De ese modo sería la primera en ver llegar a las viajeras y en poder recibirlas.

Pero no fueron las únicas almas antiguas que rondaban por allí. Una cuarta alma, esta mucho más retorcida, decidió que tampoco se quedaría al margen. Orunmila, el culpable de perpetuar la maldición de Bélenos también tenía algunas cosas que decir.

Turno 1. La aurora

Amanecía por primera vez en muchos años y con el amanecer llegaba la consciencia. Las almas atrapadas en Bélenos volvían a tener cuerpo y olvidaban lo que habían sido en otro tiempo.

Láquesis, la Sacerdotisa observó la ermita desde el interior. Lo recordaba con todo lujo de detalles, cómo Damu, el que en otro tiempo hubo sido el Agricultor, había hecho brotar un gran árbol en el centro para protegerse de los ataques de sus enemigos. La ermita, sin embargo, volvía a estar intacta, como si nada de aquello hubiera sucedido nunca.

A la primera persona que vio fue a una anciana vestida con un negro hábito. Ella, como cualquiera de las moiras, sabía identificar el alma de los habitantes de Bélenos, y le bastó un leve vistazo para darse cuenta de que el que una vez había sido el Relojero, ahora parecía ocupar un rol importante en la iglesia.

—Amanece —dijo Windy, la Alcahueta, con súbita sorpresa dibujada en su rostro.

Láquesis se limitó a asentir.

Theon, el Taxidermista, vio cómo un haz de luz parecía posarse sobre una de las alas de una de sus muchas lechuzas disecadas. Algo resonó en su mente, un eco de un pasado en el que él había sido otra persona distinta, el orden y el caos en un solo cuerpo, locura y ley. Pero esa vaga memoria enseguida se esfumó y fue consciente de quién era ahora. Se acercó a uno de sus mochuelos y lo miró un interminable momento en el que trataba de comprender cómo funcionaba aquello que sabía que podía hacer. Y entonces lo recordó. Posó uno de sus dedos sobre la cabeza del mochuelo y le susurró.

—Despierta, Atenea, ha amanecido.

El mochuelo pareció salir de un profundo letargo y agitó sus alas.

—Avisa a Antares y a Nod de que ha amanecido. No podemos dejar que se nos adelanten, no otra vez.

Atenea pareció asentir y batió sus alas para salir por una de las ventanas de la casa de Theon.

Asha, la Comediante, paseaba con despreocupación por las calles de Bélenos junto a Lau, la Jugadora.

—¿Cómo crees que serán? —preguntó la niña—. Estoy segura de que las cosas se van a poner muy divertidas.

Ambas siguieron caminando hasta llegar a la muralla, donde Átropos miraba hacia el horizonte esperando la llegada de las viajeras.

—¿Llegan ya? —preguntó Lau.

Átropos se giró hacia las recién llegadas.

—Ahora mismo —dijo, y las puertas del pueblo se abrieron.

Tras las puertas asomaron las figuras de la mujer y la niña. Ambas miraban con cierto recelo las murallas del pueblo, así como a las tres mujeres que las esperaban dentro.

—¡Bienvenidas! —exclamó Asha con un tono jovial que solo empleaba en ocasiones especiales—. Qué ilusión nos hace recibir viajeras. No es nada común por aquí.

La viajera permaneció en silencio unos momentos y enseguida tomó la palabra.

—Muchas gracias. —Parecía confundida—. Esta niña… Me he encontrado a esta niña en el camino. Dice que se ha perdido y que su padre vive aquí.

Átropos, Lau y Asha fruncieron el ceño. Antes de que ninguna pudiese decir nada, otras dos mujeres y un hombre doblaron la esquina y se toparon con la escena. La Alcaldesa, la Alguacil y el Arpista hicieron a un lado a las otras mujeres y se dirigieron hacia la mujer y la niña.

—Bienvenidas a Bélenos —dijo Ellaria con pose regia—. Soy Ellaria, la Alcaldesa y ellos son Tajuru y Floweredking.

—Dice que la niña viene buscando a su padre —murmuró Lau.

—Esta niña… —comenzó la viajera, pero la música del arpista la acalló.

Floweredking había empezado tocando unas notas aisladas, pero enseguida un torrente melódico empezó a formarse y a resonar en las calles del pueblo.

—Seguidme —dijo tan solo el Arpista, y absolutamente todos los presentes, a excepción de Átropos, hicieron caso al músico sin rechistar y comenzaron a seguirle.

Como una procesión, Flowered les dirigió hacia la Taberna de los Tres Silencios. Nod, con un mochuelo en su hombro, observó a la comitiva adentrarse en la taberna. Dentro, Pulgar en la barra y Ss y Madelaf en una mesa vieron entrar al Arpista seguido del resto de personas.

—Vamos a necesitar una habitación para estas dos damas —le dijo Flowered a Pulgar.

Pulgar asintió con una media sonrisa en el semblante.

—¿Y no estaba el Astrónomo? —preguntó Theon.

—No —dijo Nod.

Ambos se habían reunido en la casa del Taxidermista con Antares.

—Ni el Astrónomo, ni el Pintor, ni Vidente. Los demás o seguían a Flowered o se encontraban ya dentro de la taberna —dijo Antares.

—Tenemos que hacer algo —dijo Nod—. Ese Arpista hace que todos coman de la palma de su mano, y encima tiene el favor de la Alcaldesa. Como uno de ellos trame algo en contra de las viajeras no tenemos demasiado que hacer. Debemos anticiparnos.

—¿Y qué vamos a hacer nosotros, Nod? —preguntó Theon preocupado—. Somos cuatro junto a Serenere. No tenemos ningún peso en este pueblo. La Alcaldesa no nos mira con buenos ojos, su perrita faldera aún menos, y eso por no hablar de la Iglesia, que directamente nos considera monstruos.

—Pues quizá sea el momento de que empecemos a actuar como tal y les plantemos cara —dijo Antares—. El Arpista no es el único que puede hacer sus trucos —acabó, acariciando uno de los animales disecados de Theon y convirtiéndolo en piedra.

—Quizá tengas razón —dijo Nod.

La noche se cernió sobre Bélenos. Las dos viajeras descansaban en la posada sumidas en un sueño provocado por el Arpista. Mientras tanto, las distintas facciones tendrían tiempo de decidir qué hacer y cómo actuar. Pese a que todos lo habían olvidado de forma explícita, todos en su interior recordaban de alguna forma lo que había pasado la última vez, cuando el Chamán del pueblo, aliado con el Cazador, habían logrado cercenar todas las vidas de los aldeanos. La mayoría estaba dispuesta a asumir cualquier riesgo para que eso no volviera a pasar, pero a la vez sabían que no se podían fiar de nadie, pues alguien iba a intentar repetir la historia.

Y estaban en lo cierto.

Como tantos años antes, una figura se internó en la noche y dirigió sus pasos hacia la Ermita central. La torre era alta, el edificio más alto del pueblo sin duda, pero sabía que su objetivo se encontraba allí arriba, probablemente observando a un cielo que iba a ser testigo de cómo la primera víctima teñía las calles de Bélenos.

La figura entró en la ermita y subió los peldaños que la separaban de la alcoba superior. Allí, efectivamente, Agus el Astrónomo miraba por la ventana, meditabundo.

—Es curioso —murmuró Agus—. No logro recordar con claridad nada, pero de alguna manera sé que la última habitante de este torreón también cayó la primera noche.

—Las historias se repiten, Astrónomo —dijo la figura.

El Astrónomo trató de actuar y defenderse, pero algo se lo impidió. Como ya había sucedido antes, unas runas le rodeaban, runas de contención. Enseguida, una esfera luminosa se formó a su alrededor y empezó a flotar. El techo de la ermita cedió ante la presión de la esfera luminosa, que se elevó por encima de la torre quedando expuesta en el aire, como un faro en la noche.

Agus valoró la situación y vio cómo la figura volvía a bajar las escaleras. Sabía que si permanecía mucho tiempo en esa esfera, perecería.

Mientras el terror empezaba a instalarse en el pueblo, una persona paseaba por los túneles de debajo de Bélenos. Su primera víctima ya había sido marcada.

Lista de jugadoresMostrar

1. Sansalayne, Artificiera
2. Nod, Espiritista
3. Antares, Escultor
4. Madelaf, Herbóloga
5. Floweredking, Arpista
6. Tajuru, Alguacil
7. Theon, Taxidermista
8. Serenere, Vidente
9. Sveg, Pintor
10. Lau, Jugadora
11. Agus, Astrónomo - Sepultado
12. Windo, Alcahueta
13.
14.
15. Pulgar, Pocero
16. Asha, Comediante
17. Ellaria, Alcalde

La noche que habéis pasado ha sido una noche en calma. Este día también es un día en calma.

El turno acaba el lunes 29 a las 20:00.

[Theon Lobster]

Alguien tiene alguna pista? #freeAgus

[Madelaf]

Parece que alguien consiguió parar al asesino...Si salvamos a Agus ya sera un turno perfecto.