Chechino 2.0 Reloaded
Re: Chechino 2.0 Reloaded
Pensé que tenía más tiempo Voto a Lann porque formaba parte del grupo mafioso de la partida anterior y puede querer vengarse de que Antares les ganara
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Re: Chechino 2.0 Reloaded
Symon pq siendo su rol en la partida del bueno y habiendo tenido contacto cn el Caballo Loco Antares pues eso...
- Theon Lobster
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Re: Chechino 2.0 Reloaded
Pues le devuelvo la pelota a Pulgar.
El bogavante, el bogavante te coge por detras y te coge por delante
Re: Chechino 2.0 Reloaded
Buenas, pues ya tengo la historia de este turno.
Es kilométrica porque han pasado muchas cosas. Entre ellas, la caída de un pez muy gordo, mejor dicho, de un gran morlaco.
Aslan, Theon, tenéis aviso por votar fuera de plazo, pero me temo que va a ser el menor de vuestros problemas...
HISTORIA: PARTE I
HISTORIA PARTE II: TURNO DE NOCHE 2
Es kilométrica porque han pasado muchas cosas. Entre ellas, la caída de un pez muy gordo, mejor dicho, de un gran morlaco.
Aslan, Theon, tenéis aviso por votar fuera de plazo, pero me temo que va a ser el menor de vuestros problemas...
HISTORIA: PARTE I
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EL PRIMER LINCHAMIENTO
A la mañana siguiente, tras conocerse la muerte de Sansa y de Caballo Loco, la histeria se apoderó de New Slaughter. Las autoridades, en lugar de apaciguar los ánimos, recurrían al viejo juego de echarse la culpa unas a otras: la Sheriff Taju al Gobernador del Colorado, Bendar, por no proveer de armas adecuadas a los Marshals como Sansa Layne, que no podían hacer frente a los criminales provistos de revólveres Colt y rifles de repetición. El alcalde culpaba al Saloon, sobre todo a Agus Kerman, por alcoholizar a Antares. El juez Sadsmile, pensando sólo en su inminente traslado, pasaba de todo. Mientras, la comunidad china recurría a la adivinación por “I Ching” para descubrir al asesino de su querida y respetada Sansa; pero cuando el I Ching dijo que había sido el gobernador Bendar (que estaba en Washington aquélla semana) o un suicidio, dejaron discretamente el cacharrín donde lo habían encontrado.
Así que, finalmente, cuando Symon Lynch propuso resolver el tema “como en tiempos de la gloriosa Revolución Americana, con un buen linchamiento a lo Charles Lynch”, todo el mundo estuvo de acuerdo. Tras una rápida y acalorada deliberación junto a la puerta del Saloon, resultó que el único que no tenía una coartada para esa noche era Theon Lobster, que solía dormir solo, en su cobertizo al lado del río. Pulgar le señaló con el ídem, volteándolo hacia abajo al estilo del circo romano. Lau convenció a la muchedumbre de forma subliminal, tocando en el piano alternativamente “El Canon del Cangrejo” y el “Réquiem” de Mozart.
—¡Estáis locos! ¿¡Qué hacéis?! ¡Esta ciudad no es más que un gran reloj de sol y yo soy su relojero!— desvariaba el viejo buscador de oro.
Agarraron a Theon entre varios y metieron su cabeza en la “corbata de cáñamo” recién tejida por Aslan para la ocasión.
Cuando el pobre Lobster dejó de bambolearse junto al Saloon, la turba se dirigió a su cobertizo a la orilla del río. Pisotearon y destrozaron la pista de béisbol que el viejo había construido para los chavales, terrenos que poco después serían urbanizados. A continuación entraron en su cabaña y registraron sus objetos personales. Aparte de unos cuantos relojes, que se adjudicaron rápidamente los más espabilados, la Sheriff halló un viejo cartapacio con los planos originales de la ciudad y notas manuscritas por el propio Theon. También se llevó las cédulas de identidad del viejo buscador de oro.
Tajuru regresó a su comisaría y estudió los documentos con atención. Los pioneros que habían fundado la ciudad unos veinticinco años atrás eran Oberyn Sadat y Theon Lobster. Éste último había concebido la ciudad como un gigantesco reloj de sol, distribuyendo los edificios de la siguiente forma: las industrias al Este, recibiendo la luz por la mañana; comercios y edificios públicos al Sur, para estar iluminados a mediodía; finalmente, viviendas al Oeste, para recibir luz y calor a última hora de la tarde. Lo que hoy día llamaríamos una ciudad “ecológicamente sostenible” y “socialmente responsable”. Mientras que, allí donde se percibía la huella de Oberyn, crecía sin control una salvaje especulación inmobiliaria, sin orden ni concierto, con el único objetivo del lucro a corto plazo.
—Qué hemos hecho, Dios mío, qué hemos hecho…— se decía la Sheriff.
Cuando Taju revisó los documentos de identidad del finado, se llevó otra pequeña sorpresa. Resulta que su nombre de pila había sido Teodomiro Centollo, nacido en Bayona, provincia de Pontevedra, España, en 1816. Sus padres habían emigrado a los Estados Unidos en 1818, americanizando el nombre de su hijo a Theon Lobster.
A la mañana siguiente, tras conocerse la muerte de Sansa y de Caballo Loco, la histeria se apoderó de New Slaughter. Las autoridades, en lugar de apaciguar los ánimos, recurrían al viejo juego de echarse la culpa unas a otras: la Sheriff Taju al Gobernador del Colorado, Bendar, por no proveer de armas adecuadas a los Marshals como Sansa Layne, que no podían hacer frente a los criminales provistos de revólveres Colt y rifles de repetición. El alcalde culpaba al Saloon, sobre todo a Agus Kerman, por alcoholizar a Antares. El juez Sadsmile, pensando sólo en su inminente traslado, pasaba de todo. Mientras, la comunidad china recurría a la adivinación por “I Ching” para descubrir al asesino de su querida y respetada Sansa; pero cuando el I Ching dijo que había sido el gobernador Bendar (que estaba en Washington aquélla semana) o un suicidio, dejaron discretamente el cacharrín donde lo habían encontrado.
Así que, finalmente, cuando Symon Lynch propuso resolver el tema “como en tiempos de la gloriosa Revolución Americana, con un buen linchamiento a lo Charles Lynch”, todo el mundo estuvo de acuerdo. Tras una rápida y acalorada deliberación junto a la puerta del Saloon, resultó que el único que no tenía una coartada para esa noche era Theon Lobster, que solía dormir solo, en su cobertizo al lado del río. Pulgar le señaló con el ídem, volteándolo hacia abajo al estilo del circo romano. Lau convenció a la muchedumbre de forma subliminal, tocando en el piano alternativamente “El Canon del Cangrejo” y el “Réquiem” de Mozart.
—¡Estáis locos! ¿¡Qué hacéis?! ¡Esta ciudad no es más que un gran reloj de sol y yo soy su relojero!— desvariaba el viejo buscador de oro.
Agarraron a Theon entre varios y metieron su cabeza en la “corbata de cáñamo” recién tejida por Aslan para la ocasión.
Cuando el pobre Lobster dejó de bambolearse junto al Saloon, la turba se dirigió a su cobertizo a la orilla del río. Pisotearon y destrozaron la pista de béisbol que el viejo había construido para los chavales, terrenos que poco después serían urbanizados. A continuación entraron en su cabaña y registraron sus objetos personales. Aparte de unos cuantos relojes, que se adjudicaron rápidamente los más espabilados, la Sheriff halló un viejo cartapacio con los planos originales de la ciudad y notas manuscritas por el propio Theon. También se llevó las cédulas de identidad del viejo buscador de oro.
Tajuru regresó a su comisaría y estudió los documentos con atención. Los pioneros que habían fundado la ciudad unos veinticinco años atrás eran Oberyn Sadat y Theon Lobster. Éste último había concebido la ciudad como un gigantesco reloj de sol, distribuyendo los edificios de la siguiente forma: las industrias al Este, recibiendo la luz por la mañana; comercios y edificios públicos al Sur, para estar iluminados a mediodía; finalmente, viviendas al Oeste, para recibir luz y calor a última hora de la tarde. Lo que hoy día llamaríamos una ciudad “ecológicamente sostenible” y “socialmente responsable”. Mientras que, allí donde se percibía la huella de Oberyn, crecía sin control una salvaje especulación inmobiliaria, sin orden ni concierto, con el único objetivo del lucro a corto plazo.
—Qué hemos hecho, Dios mío, qué hemos hecho…— se decía la Sheriff.
Cuando Taju revisó los documentos de identidad del finado, se llevó otra pequeña sorpresa. Resulta que su nombre de pila había sido Teodomiro Centollo, nacido en Bayona, provincia de Pontevedra, España, en 1816. Sus padres habían emigrado a los Estados Unidos en 1818, americanizando el nombre de su hijo a Theon Lobster.
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El alcalde Oberyn Sadat, para recuperar algo del prestigio perdido y animar a la población, decidió abrir al público su notable colección privada de mariposas e insectos disecados. La exposición tuvo bastante éxito, ya que eran pocas las distracciones gratuitas disponibles para la población de New Slaughter. El primer edil fue a cerrar las puertas del Ayuntamiento a las 20:59 horas, cuando vio que aún quedaba una persona dentro.
—Hombre, veo que te ha gustado mucho mi colección.
—Sí, es muy notable. ¿Sabe? Yo creo que dice mucho de usted, Señor Sadat.
—¿Ah sí? —respondió éste, complacido.
—Sí, está claro que le gusta la naturaleza muerta y sentirse poderoso.
—Ay, jejeje, qué ocurrente es usted.
—Bueno, señor alcalde, si le parece le acompaño hasta su casa. Ya sabe, la noche es oscura y alberga horrores.
—Ah, bien, pues encantado.
Salieron pues los dos de la Casa Consistorial en animada conversación. Cuando ya andaban cerca de la vivienda del alcalde, su acompañante le dijo:
—Señor Sadat, ¿qué le sugiere esta frase: “es el vecino el que elige el alcalde y es el alcalde el que quiere que sean los vecinos el alcalde"?
—Perdón, ¿es alguna clase de trabalenguas o algo así?
—Buen intento, señor Sadat —dijo el acompañante, poniendo un objeto de frío metal contra el costado del alcalde.— Pero no me lo trago. Usted sabe muy bien de qué va esto. Acompáñeme.
Oberyn y su secuestrador salieron de New Slaughter caminando en silencio y llegaron a un lugar donde se distinguían, en la clara noche estrellada, cuatro estructuras cilíndricas de arcilla, de algo más de un metro y medio de altura.
—¿Sabe Vd. qué es esto, verdad, señor Sadat?
—¡Pues cómo no lo voy a saber! Son cuatro grandes termiteras. Los entomólogos estiman que puede haber fácilmente unos 40 millones de termitas en esta zona. Se conoce popularmente como “El Imperio de las Hormigas”, aunque claro, es un nombre totalmente impropio porque…
—Gracias por la explicación, señor alcalde, con eso es suficiente. Ahora, tome esa pala y cave.
—¿Perdón? ¿Cavar, dice usted?
—Señor Sadat, usted sabe muy bien que en el mundo sólo hay dos clases de personas: las que cavan y las que mandan cavar. Yo le estoy apuntando con un revólver, así que ahora yo digo que cave y USTED CAVA. ¿Estamos?
Sin más discusión, Oberyn tomó la pala y empezó a excavar un hoyo estrecho y profundo, bajo la atenta mirada y las ocasionales indicaciones de su secuestrador. Al cabo de varias horas, éste le dijo:
—Señor Sadat, ¿recuerda el trabalenguas del que hablábamos antes?
—No exactamente. Algo de unos vecinos y un alcalde, ¿no?
—Mire, no se ande con jueguecitos. Es el artículo 33 de las Reales Ordenanzas de la Provincia de Santa Fe, aprobadas en tiempos de la colonización española y que el Gobierno federal no se ha molestado en anular, por lo que siguen vigentes hoy en día en el Territorio del Colorado. Bien, pues eso de “es el vecino el que elige el alcalde y es el alcalde el que quiere que sean los vecinos el alcalde” quiere decir que las elecciones a alcalde son directas. Que no se vota a concejales, sino directamente al alcalde. Lo que se llama “sistema de concejo abierto”. Usted lo sabía y se lo ha saltado deliberadamente. La elección de concejales le ha permitido a usted mangonear todas las elecciones desde la fundación de New Slaughter, perpetuándose en el poder sobornando y chantajeando a los ediles de todos los partidos. Pues se le acabó el chollo.
Oberyn se vino abajo en ese momento. Se echó a llorar, pidió clemencia, se arrastró ante su captor, pero éste no se conmovió. Desesperado, el alcalde probó un último truco:
—Está bien, lo reconozco, he sido un corrupto y un mafioso. Pero aún tengo otros secretos que le pueden interesar y mucho. Si me perdona la vida, estoy dispuesto a contárselos.
—Mire, mejor me cuenta el primero y ya decido si merece la pena salvarle la vida, aunque sea desterrándole de aquí para siempre.
—Está bien. Primer secreto: soy el líder de los la secta de los Ovejeros. Mire, ¿ve esta barba blanca que me da este aspecto tan respetable? ¡Pues es postiza! Me la quito, tóquela, tóquela. ¿Ve? ¡Lana de borreguito!
—Vaya, vaya. Tenía mis sospechas, pero ahora lo veo claro. En fin, no es este precisamente un secreto como para dejarle con vida. Cuénteme otro, a ver si tiene más suerte.
—Primero dígame usted: ¿es usted el Justiciero Solitario o un vulgar asesino?
—Tal vez una cosa, tal vez la otra. Eso no se lo voy a decir. Venga, suéltelo ya. El segundo secreto.
En ese momento empezaba a amanecer. Las primeras termitas exploradoras dejaban sus nidos para buscar comida y materiales de construcción para sus colonias.
Oberyn Sadat le refirió a su captor el segundo secreto. Este rugió, encolerizado por la inmensa felonía que acababa de descubrir, olvidándose en su rabia de que aún quedaba un tercer secreto por desvelar. Introdujo al alcalde en el hoyo de un puntapié, le amarró con fuertes maromas y volcó un tarro de melaza sobre su cabeza.
A los dos minutos, una termita exploradora llegó hasta donde estaban. Con un estremecimiento que parecía de placer, probó el dulce y salió corriendo a avisar a sus compañeras. Las horas del coleccionista de insectos tocaban a su horrible final.
Cuando el asesino de Oberyn regresó a New Slaughter a mediodía, se encontró una gran conmoción. Resultaba que, a primera hora de la mañana, cuando salía de su casa para empezar la jornada en el telar, habían asesinado a Aslan, el tejedor de ponchos. El bueno de Aslan era un hombre muy respetado entre la numerosa comunidad hispana de New Slaughter, ya que su telar era una escuela-taller donde formaba y daba trabajo a numerosos jóvenes inmigrantes de ambos sexos.
Al funeral de Aslan acudió desde Denver un coro femenino de mujeres mexicanas, “Las Chivas Coloradas”, que cantaron el siguiente lamento fúnebre, conocido desde entonces como “El Corrido de Aslan” o “El Corrido del Tejedor”:
EL CORRIDO DEL TEJEDOR
Lloramos la muerte de Aslan
De Aslan el generoso
No hubo tejedor más cabaaaaal
Que el rey del poncho.
Me enseñó a coser a la moza
Me sacó de las calles al mozo
Y en premio por sus desvelos
Doce tiros le metieroooon
Llorar y llorar
Llorar y llorar
Le atrapan rayando el alba
Los tiros rasgan la mañana
Fueron demasiadas balas
Para una hora tan tempranaaa
Llorar y llorar
Llorar y llorar
No sé si fue el Chechino
O un ovejero bandido
Mas esto tengo entendido
Que fue alguien sin corazóooon
¡Dele el Señor… Mal galardón!
A resultas de la investigación, trascendió que Aslan trabajaba en secreto como confidente y detective de la Agencia Pinkerton, informando de todo lo que se cocía en la comunidad hispana de New Slaughter a ambos lados de la Ley.
—Hombre, veo que te ha gustado mucho mi colección.
—Sí, es muy notable. ¿Sabe? Yo creo que dice mucho de usted, Señor Sadat.
—¿Ah sí? —respondió éste, complacido.
—Sí, está claro que le gusta la naturaleza muerta y sentirse poderoso.
—Ay, jejeje, qué ocurrente es usted.
—Bueno, señor alcalde, si le parece le acompaño hasta su casa. Ya sabe, la noche es oscura y alberga horrores.
—Ah, bien, pues encantado.
Salieron pues los dos de la Casa Consistorial en animada conversación. Cuando ya andaban cerca de la vivienda del alcalde, su acompañante le dijo:
—Señor Sadat, ¿qué le sugiere esta frase: “es el vecino el que elige el alcalde y es el alcalde el que quiere que sean los vecinos el alcalde"?
—Perdón, ¿es alguna clase de trabalenguas o algo así?
—Buen intento, señor Sadat —dijo el acompañante, poniendo un objeto de frío metal contra el costado del alcalde.— Pero no me lo trago. Usted sabe muy bien de qué va esto. Acompáñeme.
Oberyn y su secuestrador salieron de New Slaughter caminando en silencio y llegaron a un lugar donde se distinguían, en la clara noche estrellada, cuatro estructuras cilíndricas de arcilla, de algo más de un metro y medio de altura.
—¿Sabe Vd. qué es esto, verdad, señor Sadat?
—¡Pues cómo no lo voy a saber! Son cuatro grandes termiteras. Los entomólogos estiman que puede haber fácilmente unos 40 millones de termitas en esta zona. Se conoce popularmente como “El Imperio de las Hormigas”, aunque claro, es un nombre totalmente impropio porque…
—Gracias por la explicación, señor alcalde, con eso es suficiente. Ahora, tome esa pala y cave.
—¿Perdón? ¿Cavar, dice usted?
—Señor Sadat, usted sabe muy bien que en el mundo sólo hay dos clases de personas: las que cavan y las que mandan cavar. Yo le estoy apuntando con un revólver, así que ahora yo digo que cave y USTED CAVA. ¿Estamos?
Sin más discusión, Oberyn tomó la pala y empezó a excavar un hoyo estrecho y profundo, bajo la atenta mirada y las ocasionales indicaciones de su secuestrador. Al cabo de varias horas, éste le dijo:
—Señor Sadat, ¿recuerda el trabalenguas del que hablábamos antes?
—No exactamente. Algo de unos vecinos y un alcalde, ¿no?
—Mire, no se ande con jueguecitos. Es el artículo 33 de las Reales Ordenanzas de la Provincia de Santa Fe, aprobadas en tiempos de la colonización española y que el Gobierno federal no se ha molestado en anular, por lo que siguen vigentes hoy en día en el Territorio del Colorado. Bien, pues eso de “es el vecino el que elige el alcalde y es el alcalde el que quiere que sean los vecinos el alcalde” quiere decir que las elecciones a alcalde son directas. Que no se vota a concejales, sino directamente al alcalde. Lo que se llama “sistema de concejo abierto”. Usted lo sabía y se lo ha saltado deliberadamente. La elección de concejales le ha permitido a usted mangonear todas las elecciones desde la fundación de New Slaughter, perpetuándose en el poder sobornando y chantajeando a los ediles de todos los partidos. Pues se le acabó el chollo.
Oberyn se vino abajo en ese momento. Se echó a llorar, pidió clemencia, se arrastró ante su captor, pero éste no se conmovió. Desesperado, el alcalde probó un último truco:
—Está bien, lo reconozco, he sido un corrupto y un mafioso. Pero aún tengo otros secretos que le pueden interesar y mucho. Si me perdona la vida, estoy dispuesto a contárselos.
—Mire, mejor me cuenta el primero y ya decido si merece la pena salvarle la vida, aunque sea desterrándole de aquí para siempre.
—Está bien. Primer secreto: soy el líder de los la secta de los Ovejeros. Mire, ¿ve esta barba blanca que me da este aspecto tan respetable? ¡Pues es postiza! Me la quito, tóquela, tóquela. ¿Ve? ¡Lana de borreguito!
—Vaya, vaya. Tenía mis sospechas, pero ahora lo veo claro. En fin, no es este precisamente un secreto como para dejarle con vida. Cuénteme otro, a ver si tiene más suerte.
—Primero dígame usted: ¿es usted el Justiciero Solitario o un vulgar asesino?
—Tal vez una cosa, tal vez la otra. Eso no se lo voy a decir. Venga, suéltelo ya. El segundo secreto.
En ese momento empezaba a amanecer. Las primeras termitas exploradoras dejaban sus nidos para buscar comida y materiales de construcción para sus colonias.
Oberyn Sadat le refirió a su captor el segundo secreto. Este rugió, encolerizado por la inmensa felonía que acababa de descubrir, olvidándose en su rabia de que aún quedaba un tercer secreto por desvelar. Introdujo al alcalde en el hoyo de un puntapié, le amarró con fuertes maromas y volcó un tarro de melaza sobre su cabeza.
A los dos minutos, una termita exploradora llegó hasta donde estaban. Con un estremecimiento que parecía de placer, probó el dulce y salió corriendo a avisar a sus compañeras. Las horas del coleccionista de insectos tocaban a su horrible final.
Cuando el asesino de Oberyn regresó a New Slaughter a mediodía, se encontró una gran conmoción. Resultaba que, a primera hora de la mañana, cuando salía de su casa para empezar la jornada en el telar, habían asesinado a Aslan, el tejedor de ponchos. El bueno de Aslan era un hombre muy respetado entre la numerosa comunidad hispana de New Slaughter, ya que su telar era una escuela-taller donde formaba y daba trabajo a numerosos jóvenes inmigrantes de ambos sexos.
Al funeral de Aslan acudió desde Denver un coro femenino de mujeres mexicanas, “Las Chivas Coloradas”, que cantaron el siguiente lamento fúnebre, conocido desde entonces como “El Corrido de Aslan” o “El Corrido del Tejedor”:
EL CORRIDO DEL TEJEDOR
Lloramos la muerte de Aslan
De Aslan el generoso
No hubo tejedor más cabaaaaal
Que el rey del poncho.
Me enseñó a coser a la moza
Me sacó de las calles al mozo
Y en premio por sus desvelos
Doce tiros le metieroooon
Llorar y llorar
Llorar y llorar
Le atrapan rayando el alba
Los tiros rasgan la mañana
Fueron demasiadas balas
Para una hora tan tempranaaa
Llorar y llorar
Llorar y llorar
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Que fue alguien sin corazóooon
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A resultas de la investigación, trascendió que Aslan trabajaba en secreto como confidente y detective de la Agencia Pinkerton, informando de todo lo que se cocía en la comunidad hispana de New Slaughter a ambos lados de la Ley.
Re: Chechino 2.0 Reloaded
JUGADORES
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Master: Bendar
------------------------
1- Ss - US Marshal / Vicesceriffa RIP
2- Theon L. - Relojero / Orologiaio RIP
3- Tajuru - Sheriff / Sceriffa (Sigue viva)
4. Lau
5. MrLann
6. Madelaf
7. Aslan - Detective de la Agencia Pinkerton RIP
8. Pulgar
9. Antares 'Caballo loco" - Loco / Il Pazzo RIP
10. Oberyn - Maestro Forajido Overejero / Capo RIP
12. Nali
13. Symon Lynch
14. Agus k
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2- Theon L. - Relojero / Orologiaio RIP
3- Tajuru - Sheriff / Sceriffa (Sigue viva)
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Re: Chechino 2.0 Reloaded
Siguiente turno finaliza el LUNES DIA 23 DE DICIEMBRE A LAS 21:00 HORAS
- Theon Lobster
- Mensajes: 244
- Registrado: Sab, 25 Feb 2017, 17:28
Re: Chechino 2.0 Reloaded
Malditos Pulgar y Lau. Que malo es el rencor. Os debería devolver el voto.
El bogavante, el bogavante te coge por detras y te coge por delante
- MrLann
- Mensajes: 1621
- Registrado: Sab, 25 Feb 2017, 10:24
- Ubicación: Bebiendo grog en algún lugar del Caribe
Re: Chechino 2.0 Reloaded
Pese al patinazo del linchamiento, ha ido un poco mejor la cosa con la caída del primer sectario. Lo que no aclara la historia es si ha sido gracias a fuego amigo o enemigo . Por otro lado, me sorprende la poquita gente que ha tratado de argumentar su voto, así que me inclino a pensar que la maldad se oculta tras los votos random, pero es una teoría . Prefiero esperar a la info de los verdes muertos, o a la que puedan tener las agentes de la ley, que ya habrán reclutado.
PD; En cuanto a la historia en sí, genialérrimo lo de Teodoro Bogavante y el corrido mexicano . Bendar .
Re: Chechino 2.0 Reloaded
Me descojono con la historia Bendar
Pues yo la poca info que tengo es bastante irrelevante, pero como no puedo plasmar otro argumento para mi voto, elijo a Lau por seguir mi voto en el turno anterior, provocando así el linchamiento del bogavante (te lo tienes merecido por la partida anterior ).
Pues yo la poca info que tengo es bastante irrelevante, pero como no puedo plasmar otro argumento para mi voto, elijo a Lau por seguir mi voto en el turno anterior, provocando así el linchamiento del bogavante (te lo tienes merecido por la partida anterior ).
Why so seriousMostrar
Agent of CaosMostrar
Re: Chechino 2.0 Reloaded
a ver!!! quién ha sido?????
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