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Capítulo 2: Un juicio a cuatro bandas. escribió:
Liadriel corría de un lado a otro de su despacho, se sentía al borde de un ataque de ansiedad. Theon la observaba sin saber muy bien qué decir.
—¡Dos muertes! ¡Es una tragedia enorme! —Clamó la monitora.
—Sí, pobres chavales…
—¿Pobres chavales? —repitió ella con incredulidad—. ¿Y nosotros qué? ¿No ves que podrían cerrarnos el campamento?
—Ein…
—Sí, tenemos que pensar algo…
Un vocerío interrumpió la conversación. Eran los chavales, que estaban fuera clamando venganza.
—No podemos escondernos aquí, Liadriel —advirtió Theon—. Hay que dar la cara.
La monitora comprendió que no había otra solución que salir fuera y calmar a las masas.
—Ya estoy aquí. ¿Qué queréis? —dijo Liadriel en tono desafiante al salir al exterior.
—¿Cómo que qué queremos? —repitió Asha con incredulidad—. Han muerto Madelaf y Sveg. ¿Eso no significa nada?
—¡Culosucio! ¡Culosucio! –bramó Gerold cuidándose de no dar la espalda a nadie.
—¡Exigimos venganza! —exclamó Sansalayne con sed de sangre en la mirada—. Compañeros, hay una asesina entre nosotros y esa es… ¡Serenere! Yo la vi husmear en las cosas de Madelaf. ¡Asesina! ¡Asesina!
—Es verdad, es muy chunga –la apoyó Ivhon—. Yo vi como me robaba unas chustillas y las pisoteaba. La hierba no se pisa, se fuma. Y menos trabajo, y más carnaval… ¡Oh, yeah!
—¡Mientes! Soy inocente. ¡Tú eres la asesina! Se defendió Serenere, acusando a su vez a Sansalayne—. Llevas desde que llegamos aquí deseando vernos muertos a todos. Eres chunga que flipas. ¡Mamporrera!
Ellaria se sumó a la tesis de Serenere.
—Ains, o sea, está claro que Sansalayne es la pompiscochino esa. El otro día entré después de ella a la letrina y cómo lo había dejado todo de apestoso. Aquello era una explosión meganuclear de heces. Quise sacar una foto para poner una queja y se me pudrió la manzana del ayfon de la peste que soltaba eso. ¡Pompiscochino!
—Creo que os estáis equivocando. El culpable lleva aquí mucho tiempo, y ese sólo puede ser Theon —señaló acusadoramente Lauerys—. Es el único que queda de la época de la gran matanza, y si sobrevivió sólo puede ser por un motivo. ¡¡Él es Culosucio!!
—Anoté en mi diario el sagaz razonamiento que había expuesto Lauerys —dijo Bendar mientras escribía en una libreta—. Su retórica hizo mella en el hosco semblante del cocinero, que no esperaba verse acusado por el dedo de la justicia. Entonces lo comprendí; aquella monstruosidad sacrílega que tenía unas tenazas donde cualquier criatura cuerda del espacio-tiempo conocido tendría un brazo sólo podía esconder aviesas intenciones. Fue entonces cuando alcé la voz y propuse enviar al infierno a Azathotheon, el hijo del temible Azathoth, cuya mera presencia auguraba muerte y destrucción. ¿Qué blasfemos ingredientes usa Theon? Sin duda transgredirán los más ancestrales tabúes de la humanidad. Se me eriza el vello al pensar en cómo elaborará esos sacrificios obscenos a entidades primigenias que él llama “menús de campamento”.
—Os olvidáis de LoboBlanco —intervino Antares—. Le he visto ocultar un arco y unas flechas en su cabaña. ¿Quién traería aquí esas armas sino un asesino? ¡Él es Culosucio! Además, se de buena tinta que acecha a las parejas por la noche… No puede ser trigo limpio.
—Pues claro que tiene que ser LoboBlanco —afirmó Liadriel tratando de desviar la atención de su fiel cocinero—. Sólo alguien con su excepcional fuerza podría acabar con tanta gente.
—Todos sois muy convincentes pero… ¿quién es el verdadero culpable? —se preguntó Asha—. Vamos a tener que elegir.
—¡Jo! Cómo mola. Todos aquí reunidos haciendo cosas juntos. ¡Qué guay! —dijo Ivhon tras una caladilla.
—¿Y las bubis? ¿Nadie va a ensañarnos las bubis para defendense? —sugirió Boubaris.
—¡Theon! —gritó alguien.
Nadie supo quién había alzado la voz, pero dio igual. Se desató la cólera del pueblo y Theon fue linchado sin piedad hasta convertirlo en una sopa bullabesa.
……………
Aquel era el gran día para LoboBlanco. Por fin tendría lugar la esperada carrera a través del lago Nevski. Le asignaron el bañador rotulado con el número uno, no porque fuera el favorito, que lo era, sino porque además era el único participante. Claro, que eso no le iba a quitar mérito si ganaba, pero… ¿por qué no iba a ganar?
Liadriel se colocó junto a él y apuntó al cielo con una pistola de fogueo.
¡PUM!
Haciendo gala de una gran agilidad LoboBlanco saltó desde el muelle y se zambulló en el agua. Rápidamente, comenzó a bracear con la técnica de un nadador olímpico. La gente se puso a aplaudir como loca; se había colocado en cabeza con gran facilidad. ¡Qué carrera!
-¡Arfff! —jadeaba por el esfuerzo.
LoboBlanco echó una mirada furtiva hacia atrás. Nadie parecía poner en peligro su victoria. ¡Oh! Iba a salir de allí a hombros…
Entonces, sucedió.
Algo lo agarró por debajo del agua. Al principio pensó que se había enganchado con las ramas de alguna planta acuática, pero no, eran manos. Le colgaron algo del cuello y rápidamente desaparecieron.
-Toma, chaval, ¡tu medalla!
Aquellas fueron las últimas palabras que escuchó LoboBlanco antes de hundirse en las profundidades del lago con un enorme cencerro colgado del cuello.
Por gracioso y por qué eres malo: Bendar
Varias cosas me han llevado a votarle.Sansalayne escribió: ↑Vie, 11 Jun 2021, 17:32Theon, siendo médico, ¿como lo sabes? Que no digo yo que no, pero no sé.En cuanto a la votación, triple empate. A mí me llama más el voto de Ellaria poniéndome en la terna ahí sin compasión
Anyway. Falta una muerte, ¿no?
Yo sigo pudiendo descartar a una persona como persona que mata, ahora bien, igual hay maldad detrás![]()
Bueno, voy a ver quién vota y esas cosas y veré si me subo al carro vengativo de Theon, aunque parece sólo eso, un carro vengativo.![]()
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